En 2006, con mis casi 31 años, tomé la decisión de mudarme a Alemania. Mi historia comienza en Buenos Aires, donde terminé mis estudios universitarios en 1999, obteniendo el título de Ingeniera Química en la Universidad de Buenos Aires. Después de seis años de experiencia laboral en la industria, sentí que era el momento de dar un giro en mi vida profesional y personal.
Mi traslado a Alemania fue el resultado de una serie de factores que se combinaron en un momento clave de mi carrera. En ese entonces, trabajaba en una empresa internacional con oficinas alrededor del mundo. Mi rendimiento y visibilidad dentro de la compañía me llevaron a exponerme como experta en conferencias internas internacionales. Esto no solo despertó mi interés por nuevos horizontes, sino también el interés de colegas de otras oficinas que se mostraron interesados en mi trabajo.
Afortunadamente, ya hablaba alemán, lo que hizo que mi transición a Alemania se volviera una posibilidad real. Fue durante una de esas conferencias cuando un colega alemán me sugirió que me postulara para un puesto vacante en su oficina en Alemania, que consideraba ideal para mi perfil. Así comenzó mi proceso de mudanza a este país, donde empecé una nueva etapa profesional.
Hoy, soy emprendedora en Wiesbaden, donde dirijo una escuela de baile especializada en tango argentino. Este cambio de rumbo en mi carrera es una de las decisiones más importantes de mi vida, y aunque parezca un salto grande, fue una decisión influenciada por mi experiencia profesional y mi formación previa. Tras trabajar en Alemania con alcance internacional, primero dentro de la empresa que me trasladó y luego como profesional independiente, decidí cambiar de rubro en 2017.
Este cambio no fue una casualidad, sino el resultado de un proceso de crecimiento personal y profesional. Mi formación y mis vivencias fueron claves para llegar a este punto, y aunque fue un paso audaz, lo sentí como algo natural dentro de mi evolución.
Estudié Ingeniería Química en la Universidad de Buenos Aires, una carrera exigente que me brindó herramientas sólidas, especialmente en áreas como matemáticas y ciencias exactas. Desde el principio, noté que mi base educativa me permitía avanzar con mayor facilidad en comparación con algunos de mis compañeros, quienes provenían de diferentes instituciones. Esta formación académica, junto con el enfoque internacional de mis estudios, me permitió proyectarme más allá de Argentina, hacia otros continentes como América y Europa.
Mi formación en el colegio, que fue bilingüe y con contenidos alineados a estándares internacionales, fue crucial para mi crecimiento. Además de lo académico, me ofreció herramientas valiosas para enfrentar retos de diversa índole, que no necesariamente se limitan a lo estrictamente académico. Mi educación también incluyó actividades extracurriculares como teatro, que enriquecieron profundamente mi perspectiva y habilidades. Creo que, en muchos aspectos, me sentí mejor preparada que mis colegas de Europa o Estados Unidos.
Quiero resaltar especialmente la educación que recibí en el Instituto Ballester Deutsche Schule, que ha influido enormemente en mi vida. Gracias a la formación que allí recibí, pude desarrollar una base sólida no solo en términos académicos, sino también en cuanto a mis posibilidades de crecimiento personal y profesional a nivel internacional. De hecho, muchas de mis amistades más importantes provienen de este instituto, y mi agradecimiento hacia la institución es inmenso.
Desde 2012, tengo la nacionalidad alemana, un proceso que se facilitó gracias a los exámenes del Sprachdiplom I & II que realicé en mi juventud.
Este reconocimiento oficial del idioma alemán fue fundamental para mi integración en el país y, al no requerir un curso adicional de alemán, me permitió continuar con mis proyectos profesionales sin barreras lingüísticas.
Este es solo uno de los beneficios directos de la educación que recibí, y una muestra de cómo mi formación me permitió abrir puertas tanto en Argentina como en Alemania.
En resumen, mi trayecto ha estado marcado por decisiones que reflejan la influencia de mi formación y el impacto de las experiencias vividas. Desde mis estudios en Buenos Aires hasta mi vida como emprendedora en Wiesbaden, cada paso ha sido una construcción de aprendizajes y desafíos que me han llevado a este momento tan satisfactorio.