En 1953 inicié mi carrera docente en el Colegio Ballester. En 1954 recibí la muy agradable sorpresa de que Don Martín Lange me nombrara Directora del Colegio Ballester-Anexo Villa Adelina (así se llamaba en esa época). Al mismo tiempo, durante 1954 me desempeñé como maestra de 5º grado (ahora 6º) y al año siguiente acompañé a aquellos doce alumnos como docente de 6º (en la actualidad 7º grado).

La escuela comenzó con una Secretaría, un Jardín de Infantes y cinco grados. Si bien mi estadía fue corta, porque en 1956 me radiqué en Bariloche, aquellos fueron dos años de gran responsabilidad, dedicación y amor al trabajo, de los que guardo inolvidables recuerdos, además de todo el cariño que aún siguen demostrándome muchos ex alumnos,
sobre todo los primeros egresados de 1955.

Fue hermosísimo reunirnos en diciembre de 2005, en el nuevo edificio escolar, con once de los doce ex alumnos al cumplirse cincuenta años de egresados de la enseñanza primaria. ¡Pero lo más admirable fue que cinco de ellos vinieron del exterior sólo para esa reunión!: ¡uno de España, uno de Suiza, dos de Alemania y uno de Brasil! Estoy orgullosa de haber inculcado en mis alumnos los valores que hacen que hoy todos sean personas de bien. También siento una inmensa alegría al ver cómo aquella escuelita que empezó en una casa de familia en la calle Cajaraville, que no tenía un espacio para los recreos (íbamos a un terreno baldío lindero a jugar y a hacer gimnasia), es hoy una gran escuela modelo, orgullo de la comunidad de Villa Adelina.

¡Me encanta participar de sus fiestas! Es mi ferviente deseo que continúe siempre su marcha ascendente, “sin prisa, pero sin pausa, como las estrellas”.

¡¡Mis más sinceras felicitaciones para todos los que iniciaron y continúan esta gran empresa!!