Daniela Crovetto es ex alumna del Instituto Ballester Deutsche Schule. La amplia trayectoria internacional de los últimos veinticinco años de esta joven mujer es admirable. Invitamos a Daniela a compartir con nosotros su experiencia y su desarrollo profesional.

Después de recibir tu título secundario, decidiste irte de la Argentina. ¿Qué te motivó a viajar a Europa?
Fueron unos cuantos factores los que me motivaron a viajar. Por un lado, como no hice el viaje de intercambio durante la secundaria, mis padres me prometieron que podía visitar Europa en otro momento. Además no estaba totalmente decidida sobre qué carrera seguir en la universidad, y una muy buena amiga de mi mamá me llamó y me invitó a Suiza.

¿Cuándo descubriste tu pasión por la hotelería?
Semanas después de llegar a Lucerna, la amiga de mi mamá, Cona (mi mamá postiza en Suiza), me preguntó si quería trabajar en un hotel para ganar un poco de plata y recorrer Europa (algo muy caro para mi presupuesto de estudiante). Ella trabajaba en el hotel Astoria y me consiguió un trabajo en el hotel Schiller, que pertenecían al mismo dueño.
Empecé como camarera inmediatamente. El lugar tenía un café, un bar y un restaurante latino. La directora del hotel, una mujer bastante joven, estaba siempre en el restaurante al mediodía o a la noche y hablaba con los clientes y ayudaba. Desde mi punto de vista, fue fascinante el hecho de que ella podía estar cierto tiempo en la oficina y ocuparse de papeles y mails, y otra parte del día socializar y charlar con clientes. Como soy una persona que
necesita comunicación y me siento bien cuando puedo ayudar a otros, servir o hacer favores, quedé fascinada con el rol de mi directora y me anoté en la Escuela de Hotelería en Lucerna.

¿Cómo se desarrolló tu carrera profesional?
La escuela estaba dividida entre práctico y teórico. Tuve que buscar hoteles para cumplir con los prácticos.
Como la escuela tomaba alumnos de veinte años en adelante, trabajé casi dos años antes de comenzar los estudios.
De practicante pasé a supervisora en un restaurante con una carta de seiscientos vinos, y como tuve la fortuna de ampliar mi educación en vinos, terminé como responsable de la vinoteca y participando en concursos como catadora. También trabajé como asistente en un restaurante, y luego pasé a ser chef de bar en un hotel muy conocido, el Lucerna (Schweizerhof).
Por otro lado, en la parte italiana de Suiza trabajé un año y medio como encargada de una boutique de ropa de marca. Me tomaron por mi facilidad con los idiomas y también por mi personalidad. Dubai fue mi primera experiencia de trabajo fuera de Europa. Un país ajeno a todo lo que conocía. Empecé en un hotel en asistencia de F&B (Food & Beverage) por un año. De Dubai me fui a Nueva York. Allí tuve la oportunidad de trabajar en el
famoso Essex House por tres años, como analista de Proyectos especiales y purchasing manager (compradora). Pero extrañaba Dubai, así que en el 2009 regresé. Ahora me ocupo de la asistencia de dirección de comidas y bebidas para un hotel de cinco estrellas de la cadena de Rotana.

¿Qué te gusta de la vida en Dubai?
La vida en general, la seguridad, y el cosmopolitismo de esta ciudad: en Dubai viven tantas culturas en armonía, enriqueciéndose entre sí…

¿Cuáles son los factores fundamentales para el éxito profesional?
Work hard and never give up!

¿Qué recomendaciones les darías a los alumnos del colegio?
El colegio está bien visto en el mundo y te sirve de base para tu futuro. Por más que tantas veces uno piense que el colegio o las materias no tengan sentido, es algo fundamental para crecer en tu profesión. Mis peores materias en la escuela fueron alemán e inglés. You never know!

¡Muchísimas gracias por compartir tu experiencia!

Marianne Kramer
Desarrollo Institucional y Marketing