Palabras pronunciadas el 17 de marzo  en el festejo de los 60 años de la sede Villa Adelina:

Es un gran orgullo  estar presente en este festejo pronunciando estas palabras, palabras que brotan desde el corazón. Y sí… la sede de Villa Adelina tiene algo especial. Numerosos abuelos, padres, alumnos, docentes y ex alumnos presentes hemos vivido esta escuela desde sus inicios.

Vuelven a mi memoria los relatos del Opa… que como muchos otros abuelos reunía a sus nietos a su alrededor y les contaba cómo había surgido esta escuela… Fue a partir de las necesidades de familias que habían venido desde Alemania y que vivían en la zona o que se trasladaban con el ferrocarril Belgrano desde Del Viso, Polvorines y Don Torcuato para trabajar en empresas alemanas cercanas y que anhelaban brindarles a sus hijos una educación que resguardara sus costumbres, tradiciones y lengua que el entonces director del Instituto Ballester, el señor Martin Lange, con la colaboración de otros miembros de la comunidad, dio inicio  un 17 de marzo de 1954 a las actividades de la Primaria y un curso Preescolar en nuestra Sede de Villa Adelina del Instituto Ballester, en un edificio alquilado ubicado sobre las actuales calles Santiago del Estero y Cajaraville. Un año después se logró comprar una propiedad sobre la calle Ingeniero Silveyra.

Y… contaba el abuelo que un grupo entusiasta de padres, madres y niños, durante largos fines de semana, empujaban carretillas con arena y cargaban ladrillos, y así levantaron las paredes y el techo para poner en pie nuestra querida sede.

En el año 1956, bajo la dirección de la Señora Elsa Gervenoux de Nowald, el Jardín de Infantes y los primeros grados de Primaria iniciaban sus actividades en la nueva casa, que en 1958 fue incorporada a la enseñanza oficial.

Con la ayuda económica de la República Federal de Alemania, las instalaciones se fueron ampliando, se construyeron el gimnasio, el salón de actos y fiestas, nuevas aulas y nuevos edificios.

Al abuelo se le notaba una gran emoción y un gran orgullo al poder contarle esto a sus nietos… el orgullo de haberle dado, junto a todos los demás, un impulso mucho más profundo que el mero trabajo… Había nacido el espíritu de humanidad, de pertenencia y de trabajo mancomunado en la escuelita de Villa Adelina.

Y continúa ese motor y empuje de familias, docentes y directivos que van dejando su granito de arena. Y sí, la Sede de Villa Adelina tiene algo muy especial… Algo que se percibe y se ve en la carita de cada niño… ese espíritu… ese sentimiento tan especial y tan propio… Ese amor que va creciendo en el corazón de cada alumno, de cada docente, padre y familia que pasa por Villa Adelina.

Los edificios crecen y se renuevan, las aulas se modernizan y transforman atendiendo nuevas necesidades, los espacios verdes se amplían…

El delantal blanco se transforma en uniforme y después en un cómodo jogging o equipo de gimnasia que permite saltar y disfrutar los patios y los espacios verdes.

Y sí las cosas cambian y se transforman…

Pero Villa Adelina tiene algo especial… algo que continúa allí, que sigue latiendo y creciendo…

Las propuestas pedagógicas fueron cambiando, el Proyecto Bilingüe reemplaza las clases de castellano por la mañana y las clases de alemán  de las tardes y días sábados por la mañana. Las necesidades de las familias son otras. Se integran nuevas familias a nuestra comunidad y la lengua alemana deja de ser la lengua materna para transformarse en una segunda lengua. El Proyecto Educativo vuelve a actualizarse y la propuesta se abre a toda la comunidad, integrando culturas, aceptando y respetando la diversidad. Con el apoyo del gobierno alemán y el acompañamiento de autoridades educativas provinciales y distritales se siguen produciendo los cambios.

Sin embargo… Villa Adelina sigue siendo especial…

Reina aquí un clima de alegría, de vida… de luz… Nada más hermoso que escuchar las risas y ver la felicidad en los rostros de nuestros niños jugando y aprendiendo. Y esto se logra gracias al excelente clima de trabajo, el compromiso del equipo docente, del personal de maestranza y mantenimiento, de las personas que siempre están ahí para colaborar y participar.

Hoy cumplimos sesenta años. Hubo muchos cambios… pero aun así continúan acercándose familias que vienen desde lejos en el tren, ex alumnos que vuelven a elegir su escuela y que entran de la mano con sus hijos, familias nuevas que se integran a nuestra comunidad.

Algo perdura y nos destaca… somos una gran familia.

Quisiera desear que eso tan especial, ese sentimiento de pertenencia, ese amor por nuestra escuela, ese vibrar interno que nos lleva a decir orgullosos “somos del Instituto Ballester sede Villa Adelina” perdure por siempre en nuestro corazón y en nuestra escuela.

   ¡Feliz cumpleaños, Villa Adelina!

 

Uschi Böhlke
Directora de Nivel Inicial Villa Adelina