El alemán, la música y la conciencia ecológica

Cursé el Jardín y la Primaria en la sede de Villa Adelina del Instituto Ballester. En 1977, cursé en el colegio el 1° Año de la Secundaria Bilingüe. Luego, como sentía vocación por la mecánica, mis padres me inscribieron en el colegio Don Bosco de San Isidro. Allí me recibí de Técnico Mecánico en el año 1984.

Trabajé en una empresa de válvulas de petróleo como dibujante técnico, en una empresa de gas natural comprimido instalando una planta de cilindros para vehículos y como gerente técnico en una fábrica de máquinas para la industria del mármol.

Desde el año 1994, trabajo de forma independiente fabricando máquinas y dispositivos automáticos para la industria autopartista de Buenos Aires, Córdoba y Curitiba (Brasil). Debido a la importante presencia de empresas alemanas en la industria automovilística, el idioma alemán que aprendí en el colegio me resultó de muchísima utilidad.

Por otro lado, me apasiona el cuidado del medio ambiente. Estoy aprovechando mis conocimientos técnicos para desarrollar equipos de reciclado. Ya estoy vendiendo prensas manuales de aplastado de botellitas plásticas a la empresa de recolección de residuos de San Martín, y participo también de tareas de limpieza en la Reserva Ecológica de San Isidro.

Mi otro hobby es la música. Integro la orquesta alemana Die Freunde, la cual me permitió conocer muchos lugares de Argentina, Chile y Brasil. Es enorme la cantidad de clubes y colectividades alemanas en estos países. También en este caso el idioma alemán me abrió las puertas. La música alemana es muy divertida, muy sana y bienvenida en todas partes. ¡Prosit!