Mariana y Gabriel Hidalgo son ex alumnos del Instituto Ballester Deutsche Schule. Después de la Secundaria estudiaron Bioquímica en la Universidad de Buenos Aires, siguiendo los pasos de sus padres Alberto y Elisa, quienes en 1958 fundaron el Laboratorio Hidalgo, que realiza análisis clínicos. En los años 90, los hermanos se integraron al laboratorio. Los invitamos a compartir su valiosa experiencia y su desarrollo profesional.

Una vez recibido el título de la Secundaria continuaron sus estudios universitarios. ¿Cuáles fueron los factores que los motivaron a seguir su carrera?

M: La curiosidad por comprender los sucesos de la naturaleza y el gusto por la biología y la química estuvieron presentes en mí desde muy joven. La idea de aplicar estas disciplinas a la salud fue resultando atractiva a medida que crecía. A eso se sumó el entusiasmo transmitido… nuestro padre solía decir: la bioquímica es maravillosa, es conocer la “química de la vida”.

G: De chicos, en las vacaciones “trabajábamos” durante algunos días en el laboratorio, ordenando los archivos, entre otras tareas. Era parte de nuestra vida, era una prolongación de nuestra casa. Y a la hora de elegir la carrera, el laboratorio estaba creciendo, y dada nuestra afinidad por las ciencias, ¿por qué no sumarnos al proyecto familiar?

¿Cómo se desarrolló su camino profesional?

G: Una vez recibidos, nos especializamos en distintos temas, teniendo en cuenta los gustos de cada uno y las necesidades del laboratorio, ya fuera realizando prácticas en hospitales o asistiendo a cursos de postgrado.

M: La experiencia de trabajar en el laboratorio desde el primer momento de recibidos, compartiendo y asistiendo en todo tipo de tareas tanto técnicas como profesionales, completó la formación que nos permite hoy dirigir el laboratorio desde otro lugar.

¿Qué aprecian de la trayectoria escolar en el IB?

G: Sin duda la época transitada por el colegio fue una experiencia muy positiva e inolvidable. En primer lugar aprecio lo que nos dejó desde lo humano. Cuento con muchos amigos, ex compañeros del Instituto Ballester.

M: Desde lo académico, me permitió ingresar y transitar sin dificultades la universidad. Los conocimientos generales e idiomas continúan siendo importantes hoy en la vida profesional y personal. Y en mi caso particular, el deporte era parte esencial en mi vida, y el colegio me permitió practicar gimnasia deportiva, que tanto me gustaba.

Desde vuestro punto de vista, ¿cuál es la clave para el éxito profesional?

M: El entusiasmo, el placer por hacer las cosas bien, la actitud positiva, el esfuerzo y el sacrificio también. Continuar estudiando y perfeccionándose. Proponerse metas, organizarse, e ir por ellas. No asustarse ante un tropezón, levantarse y seguir adelante.

¿Qué recomendaciones les darían a los alumnos del Instituto Ballester?

M: Que no dejen de estudiar una carrera. Les diría que es importante una buena orientación vocacional. Que intenten ser lo más fieles posibles a sus afinidades a la hora de elegir. Luego, seleccionar la carrera contemplando sus gustos y la salida laboral. Que tengan presente cómo es el día a día de la profesión, no sólo la afinidad por las materias a cursar.

G: Y sobre todo, que tengan en cuenta que el esfuerzo siempre vale la pena y da su recompensa.

¡Muchísimas gracias por compartir estas vivencias con nosotros!

Marianne Kramer
Desarrollo Institucional y Marketing